Vísceras

Serie de 3 fotografías digitales sobre cartón pluma negro.

El cuadrado como formato y forma de unidad, de ser único y de individuo, nos lleva al retrato del interior.

La vida se compone de pequeñas piezas, retazos que van modelando nuestra personalidad y, como si de una instantánea hecha de varios fragmentos se tratase, capturamos ese instante.

A través de cada objeto -como significado de un momento que no se volverá a repetir, que esta ahí de manera única, por el lugar y la forma en que esta dispuesto por si solo y en relación con el resto- percibimos una visión más íntegra del otro. Aun así, igual que las vísceras, pocas cosas son tan imprescindibles para uno mismo. Son estas las que tienen un valor intrínseco, por la historia personal que contienen y nos contiene, como si ya fueran parte de nuestro sistema límbico. Lo demás es necesario pero suplementario, porque al final lo que nos sustenta es otra cosa.

El interior, a la vez, es un reflejo de la vida que llevamos. El ajetreo y la acumulación de objetos que está tan instaurada en el diseño del mundo occidental, nos lleva a depender en gran medida de ellos. Los objetos forman parte de nuestro yo, de manera que cuando ya no existimos nos seguimos proyectando en ellos y, al haber formado parte de nuestra vida, pueden traerle a la memoria a alguien que nos conoció una escena, una palabra, un gesto, que perdurará más que nosotros en el tiempo y que a la vez adquiere un nuevo valor para ese otro. De este modo existimos porque nos recuerdan y recordamos al mismo tiempo.


Dimensiones de cada fotografía: 40x40cm

No hay comentarios:

Publicar un comentario